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El exitoso jugador belga Yannick Carrasco, centrocampista del Al-Shabab en la Saudi Pro League, ha destacado por su desempeño en la cancha. Sin embargo, su nombre también es conocido por la historia detrás de su apellido Carrasco, una historia marcada por la lucha y el sacrificio de su madre.
Una Madre Luchadora
Yannick Carrasco es hijo de Carmen Carrasco, una madre luchadora que crió sola al jugador junto con su hermano. De su padre, solo se conoce su apellido Ferreira y su nacionalidad portuguesa. Yannick llevaba este apellido en su nombre hasta 2015, cuando decidió quitárselo.
Cambio de Apellido
En 2015, antes de llegar al Atlético de Madrid, el jugador pasó de llamarse Yannick Ferreira-Carrasco a llevar solo su apellido materno, ‘Carrasco’. Fue en esa temporada cuando el futbolista borró uno de los pocos vestigios que le quedaban de su padre y sus raíces en Portugal. Este cambio de nombre simbolizó su deseo de distanciarse de un padre que los abandonó cuando tenía apenas 3 años.
El Abandono Paternal
El padre de Yannick abandonó a su madre junto a sus dos hijos cuando Yannick tenía solo 3 años. Su madre, de padres españoles, tuvo que criar sola a los dos niños. En una entrevista para ‘Het Nieuwsblad’, la madre del belga expresó: “No me lo esperaba. Borrar el apellido de su padre es el mejor regalo que nunca haya tenido”. Yannick confirmó en otra ocasión: “La Federación Portuguesa de Fútbol intentó reclutarme cuando era joven, pero siempre quise jugar para Bélgica. Yo soy cien por cien belga… No me siento portugués”.
Orgullo por su Madre
Yannick Carrasco asegura que no le fue difícil superar la ausencia de su padre ya que su madre y su abuelo estuvieron muy presentes en su infancia. Carmen Carrasco ha sido un pilar fundamental en la vida de Yannick, apoyándolo desde niño en su carrera deportiva. Yannick admira profundamente a su madre, afirmando: “Mi padre no está. Pero no pasa nada, porque mi madre lo ha hecho muy bien y ha hecho el trabajo de madre y de padre”.
Un Soporte Sólido
Carmen Carrasco ha sido la primera en apoyar a Yannick en su sueño de convertirse en futbolista profesional. Cuando el jugador comenzó a ganar dinero, se obsesionó con comprarle una casa a su madre y hacer aún más por ella. Carmen, sin duda, ha sido uno de los pilares más sólidos en la vida del centrocampista, siendo la primera en apoyarlo y motivarlo a alcanzar sus sueños más grandes.
Yannick Carrasco, a sus 32 años, continúa destacándose en el fútbol mundial, llevando con orgullo el apellido de su madre y honrando el sacrificio y el amor que ella le brindó a lo largo de su vida.
